Bizcocho de algarroba y naranja sin gluten

sáb nov 21

Traemos una receta calentita de la mano de Tinc Gana Vegana que nos deleita con un magnífico bizcocho sin gluten casero apto para todos los paladares 😋. Este bizcocho nos sorprende por la facilidad de su perparación, la esponjosa textura que tiene y tanto el sabor como el aporte nutricional son excelentes, 👌 ¡así que prepara tu robot de cocina y tu horno que hoy toca hacer un bizcocho de chuparse los dedos! 🙌🔥

Intrucciones

Elaboración:

PASO 1 (Mezclar e integrar los ingredientes) :

Primero procedemos con los INGREDIENTES HUMEDOS: Se trata de batir y triturar muy bien la naranja troceada, los huevos y el azúcar de coco.

En Thermomix: Programaremos durante 3’5 minutos a 37 grados y a velocidad 5. Posteriormente añadiremos el aceite y la nata o bebida vegetal y mezclaremos durante 20 segundos a velocidad 2. En caso de no disponer de un robot de cocina, la precaución a tener es hacer primero el triturado y batido de los huevos con el azúcar y la naranja que previamente habremos cortado a cuartos.

En el siguiente paso iremos incorporando las harinas. Mejor que estas estén tamizadas con la ayuda de un tamizador o colador con malla fina para evitar grumos. Una vez tenemos la masa bien integrada, añadimos la mezcla de bicarbonato y limón (mezclarlos en el momento de añadirlos) que actuará como impulsor gracias a las burbujas que se forman de dicha combinación. Añadimos también la pizca de flor de sal.

Lo mezclamos todo bien con movimientos envolventes con las varillas y lo traspasamos a un molde que habremos untado con aceite de oliva virgen extra para que no se nos enganche y la acción de desmoldar tras horneado sea fácil. Una vez en el molde ponemos por encima los ingredientes que hayamos escogido como topping o decoración apretamos para que se hundan y no queden sueltas en la superficie.

Sería recomendable dejar reposar la masa unos 30 minutos antes del horneado, pero no es obligatorio.

PASO 2 (Horneado)

Se aconseja hornear este bizcocho en un horno con aire. El tiempo de cocción va a depender de la potencia y características del horno. La temperatura y tiempo de cocción estándar serían 175ºC durante 35 minutos. Para comprobar que este cocido totalmente, lo suyo es que lo pinchéis hasta el fondo con un cuchillo, si la hoja del cuchillo sale totalmente seca, ya lo tenéis listo.

PASO 3 (Enfriamiento y “redecoración”)

Para comerlo y degustarlo de forma óptima; muy aconsejable dejarlo reposar sobre una rejilla de 40 a 50 minutos. Podéis rallar un poquito más de piel de otra naranja una vez haya salido del horno para que resalte la decoración. En la foto también podéis ver una decoración con plátano deshidratado y una mezcla de harina de algarroba con aceite que da un toque de fondant derretido.

Raciones:

Con estas cantidades propuestas obtendremos aproximadamente 900g de bizcocho. Se aconseja tomar una ración de unos 150g pero todo dependerá si se utiliza como una porción de desayuno o merienda únicas o bien lo tomamos como postres dónde lo aconsejable sería no sobrepasar los 90g por ración. Nuestra sugerencia es hacer pequeñas porciones. Se puede congelar si no se come antes de 5-6 días que suele ser el tiempo de conservación habitual si la temperatura no supera los 25ºC.

Ingredientes

VALORACIÓN DE LA RECETA

Este tipo de bizcocho casero es bastante conocido. Es rápido y sencillo de preparar. Evita que tengamos que comprar cierta repostería preparada de forma industrial pues esta viene cargada con un muchos aditivos, aglutinantes, antiapelmazantes y edulcorantes que poco o nada tienen de saludable, en definitiva siguen la línea “insana” de otro tipo de bizcochos que provocan cierta “adicción” a los que los consumen con asiduidad. Es un bizcocho que gusta a pequeños y adultos, su textura es un poco húmeda y blandita, apta para todos los paladares .

Nutricionalmente nos aporta una buena dosis de hidratos de carbono, proteína de alto valor biológico procedente del huevo y fibra soluble de buena calidad gracias a la harina de avena sin gluten, del trigo sarraceno y de la algarroba.

La harina de algarroba es altamente nutritiva. Es una fuente natural de calcio y de glutamina. Se ha descubierto que contiene ácido gálico y que este actúa como coadyuvante reparador a nivel gástrico en varias afecciones digestivas ya que actúa contra las inflamaciones de las mucosas. Es ideal para prevenir la anemia y ayuda a que el corazón se mantenga saludable.

La harina de avena certificada sin gluten tiene muchos beneficios para nuestra salud, tiene la virtud de ser digestiva a la vez que saciante. Evita picos de glucemia (es apta para diabéticos) y tiene u aporte prebiótico para la microbiota intestinal. Esta fibra es interesante tanto a nivel culinario como terapéutico, porque cuando entra en contacto con líquidos desprende una sustancia mucilaginosa, creando una textura gelatinosa que además de regular los intestinos y combatir el estreñimiento, atrapa y reduce el colesterol dando mucho juego a la hora de elaborar diversas recetas.

La harina del pseudocereal trigo sarraceno, cada vez más conocido; nos aporta aún más fibra que la avena. Contiene una proporción considerable de almidón resistente, el cual puede mejorar la salud del colón y alimentar la flora intestinal beneficiosa. Posee un índice glucémico (IG) bajo. Contiene zinc, cobre, manganeso y potasio de alta biodisponibilidad. Cabe destacar que el zinc es un mineral que escasea en los alimentos y es sumamente vital para reforzar el sistema inmunológico. El cobre asiste en la producción de glóbulos rojos y el manganeso mantiene la salud ósea.

Adicionar nibs de cacao criollo aumenta los valores en antioxidantes y otros muchos beneficios de este superalimento.

Los betacarotenos de la naranja y su piel ayudan a nuestra piel y la vista.