Esta nueva receta de Tinc Gana Vegana para elaborar un pan sin gluten tierno y delicioso vale mucho la pena, y además tiene un gran aporte nutricional de hidratos, fibra y proteína de calidad, junto con algunas vitaminas y minerales para enriquecerlo aún más. 🌿 No lo dudes y prueba tu mismo esta gran receta con la que alomejor te acostumbras a panificar en casa... 🍞
Intrucciones
Elaboración:
Primero procedemos con los INGREDIENTES SECOS: Cogemos un bol de dimensiones grandes dónde nos quepan las cantidades de harina y agua propuestas. Cogemos un colador de malla fina para utilizarlo a modo de tamizador y vamos pasando las harinas.
Una vez en el bol, añadimos la levadura nutricional y la flor de sal y mezclamos con movimientos envolventes ayudándonos de un mezclador de varillas (batidor de huevos). Esto hará que no se formen grumos y que la mezcla contenga cierto “aire” necesario para dar volumen al pan.
En segundo lugar los INGREDIENTES HÚMEDOS: Integramos poco a poco el agua, la chía remojada 10 minutos y escurrida y el vaso del zumo de limón con la cucharada de bicarbonato de sodio que en este caso actuará como ingrediente fermentable por las burbujas de dióxido de carbono que se generan con la reacción química de mezclar ambos componentes. Esto hará que se hinche el pan y se creen esos espacios que estamos acostumbrados a ver y que hace el pan un poco más ligero y menos apelmazado.
Lo mezclamos todo bien con movimientos envolventes con las varillas y lo traspasamos a un molde que habremos untado con aceite de oliva virgen extra para que no se nos enganche y la acción de desmoldar tras horneado sea fácil. Una vez en el molde ponemos por encima las pipas de calabaza y con los dedos apretamos para que se hundan y no queden sueltas en la superficie.
Reposo:
Independientemente de que una masa contenga o no levadura, lleve gluten o no, se tenga que amasar o no, se aconseja y hemos comprobado que dejarla reposar de un mínimo de 4 horas a un máximo de 10h aumenta su digestibilidad, sabor y nutrientes.
Horneado:
Se aconseja hornear este pan en un horno con aire. También aconsejable crear cierta “atmosfera húmeda” introduciendo en el horno un pequeño recipiente que soporte alta temperatura, con agua para que esta se vaya evaporando. El tiempo de cocción va a depender de la potencia y características del horno. La temperatura y tiempo de cocción estándar serían 195ºC durante 1 hora. Para comprobar que este cocido totalmente, lo suyo es que lo pinchéis hasta el fondo con un cuchillo, si la hoja del cuchillo sale totalmente seca, ya lo tenéis listo.
Enfriado:
Para comerlo y degustarlo de forma óptima; muy aconsejable dejarlo reposar sobre una rejilla de 20 a 40 minutos.
Raciones:
Con estas cantidades propuestas obtendremos aproximadamente 1’1 kg de pan. Se aconseja tomar una ración de unos 200g pero todo dependerá si esta elaboración se hace servir como único plato o bien como acompañante en comidas principales. Nuestra sugerencia es hacer pequeñas rebanadas y rociarlas con un buen aceite de oliva y unos copos de levadura nutricional. También interesante el paté de aguacate que os propusimos.
Ingredientes
- 650 g de agua filtrada o mineral
- 350 g de harina de avena sin gluten
- 100 g de harina de trigo sarraceno
- 75 g de harina de mijo
- 25 g de levadura nutricional con vitamina D
- 30 g de levadura nutricional con vitamina B12
- 30 g de pipas de calabaza activadas
- 30 g de semillas de chía eco
- 40 g de zumo de limón
- 8 g de bicarbonato (sin aluminio)
- 10 g de flor de sal
- 10 g de cúrcuma + pimienta
- 10 g de AOVE
VALORACIÓN DE LA RECETA
Este pan es original y diferente a los que estamos habituados. La mayoría de fabricantes de panes industriales sin gluten nos hacen creer que sólo se puede elaborar pan sin gluten con un montón de ingredientes, aglutinantes, antiapelmazantes y edulcorantes que poco o nada tienen de saludable, en definitiva siguen la línea “insana” de otro tipo de panes que provocan cierta “adicción” a quienes los consumen con asiduidad.
Teniendo en cuenta que cada vez más se incrementa el número de personas con algún tipo de intolerancia, sensibilidad al gluten, levaduras y derivados lácteos, sería bueno incorporar este tipo de elaboración a nuestra dieta semanal, ya que, aparte de ser apetecible para toda la familia nos hará ahorrar dinero y tiempo si tenéis en cuenta algunos de los consejos que os damos.
Insisto que es un pan que suele gustar incluso a los más panarras de la casa, aún así las primeras veces esperaros comentarios de todo tipo, en el sentido en que es “contundente” y queda una textura con tendencia húmeda.
Nutricionalmente nos aporta una buena dosis de hidratos de carbono, proteína y fibra soluble de buena calidad gracias a la harina de avena sin gluten, del trigo sarraceno y del mijo.
La harina de avena certificada sin gluten tiene muchos beneficios para nuestra salud, tiene la virtud de ser digestiva a la vez que saciante. Evita picos de glucemia (es apta para diabéticos) y tiene un aporte prebiótico para la microbiota intestinal. Esta fibra es interesante tanto a nivel culinario como terapéutico, porque cuando entra en contacto con líquidos desprende una sustancia mucilaginosa, creando una textura gelatinosa que además de regular los intestinos y combatir el estreñimiento, atrapa y reduce el colesterol dando mucho juego a la hora de elaborar diversas recetas.
La harina del pseudocereal trigo sarraceno, cada vez más conocido; nos aporta aún más fibra que la avena. Contiene una proporción considerable de almidón resistente, el cual puede mejorar la salud del colon y alimentar la flora intestinal beneficiosa. Posee un índice glucémico (IG) bajo. Contiene zinc, cobre, manganeso y potasio de alta biodisponibilidad. Cabe destacar que el zinc es un mineral que escasea en los alimentos y es sumamente vital para reforzar el sistema inmunológico. El cobre asiste en la producción de glóbulos rojos y el manganeso ayuda a mantener la buena salud ósea.
La harina de mijo aporta cierto sabor aromático y dulce. A nivel de panadería sin gluten posee una elevada capacidad para hincharse y esto aporta volumen al pan.
Contiene bajísimo aporte lipídico y un gran aporte de vitaminas del grupo B, tanto por las harinas como por la levadura nutricional que añade la necesaria vitamina B12. Insistimos que Energy Feelings es la marca pionera fabricando la levadura nutricional con vitamina D, su textura, color y aroma la hacen inigualable a otras marcas o levaduras existentes en el mercado.
Adicionar pipas de calabaza incrementa sus valores de Zinc y otros muchos beneficios de estas super semillas altamente recomendables.
Cabe destacar que la cúrcuma supone un alimento cuyos fitonutrientes actúan como antioxidante para nuestro cerebro. Los betacarotenos de las zanahorias ayudan a nuestra piel y la vista.
Y por si os interesa otra receta de pan sin gluten aquí la teneis.
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